El cáncer es una enfermedad que se produce cuando las células comienzan a multiplicarse sin control, formando tumores que pueden invadir tejidos cercanos, y, en algunos casos, extenderse a otras partes del cuerpo (metástasis). Su aparición puede estar vinculada a factores externos tales como agentes químicos (tabaco), físicos (radiaciones ionizantes) y/o biológicos (virus), sin embargo también pueden ser consecuencia de fallos en los procesos celulares, como mutaciones que alteran el ciclo celular. De los más de 200 tipos de cánceres conocidos, el cáncer de mama es uno de los más comunes.

En España, el cáncer de mama es el principal cáncer diagnosticado en mujeres, con 35.000 nuevos casos al año, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Los avances en los programas de detección y en los tratamientos han sido fundamentales para mejorar tanto el pronóstico como la supervivencia de las pacientes, con el 90% de los casos detectados en fases tempranas. A pesar de ello, se estima que una de cada tres pacientes desarrollará metástasis a lo largo de su enfermedad, lo que resalta la importancia de un diagnóstico precoz y un seguimiento adecuado, especialmente en los casos de cáncer de mama hereditario.

Cáncer de mama hereditario

Aunque la mayoría de los casos de cáncer de mama son esporádicos (70- 80%), entre el 15-20% tienen antecedentes familiares, lo que se conoce como agregación familiar. Esta situación puede deberse a factores ambientales comunes o estilos de vida similares dentro de la familia. Sin embargo, en un 5-10% de los casos, se detecta una causa genética hereditaria de predisposición a cáncer.

Los genes BRCA1 y BRCA2 son los principalmente asociados al cáncer de mama hereditario, y también aumentan el riesgo de cáncer de ovario, especialmente del tipo seroso de alto grado. Además de estos genes, variantes en los genes TP53 (relacionado con el síndrome de Li-Fraumeni), PTEN (síndrome de Cowden), STK11 (síndrome de Peutz-Jeghers) y PALB2, entre otros, también pueden incrementar el riesgo de cáncer de mama. En el cáncer de ovario, variantes patogénicas en los genes RAD51C, RAD51D, BRIP1 y los genes de reparación del ADN, como los genes MMR, también están implicadas.

Diagnóstico clínico

Para el diagnóstico de cáncer de mama es necesario llevar a cabo un enfoque multidisciplinar que incluye:

  • Anamnesis (donde se recojan los antecedentes personales y/o familiares asociados a cáncer).Cáncer de mama hereditario: Diagnóstico y prevención Marina Sánchez Soler 1
  • Examen físico completo (palpación de las mamas, ganglios linfáticos regionales y evaluación de signos de posible metástasis).
  • Pruebasradiológicas(mamografía,ecografíaoresonanciamagnéticaspara evaluar el tamaño y la extensión del tumor).
  • Análisis patológico (mediante biopsia del tejido afectado para determinar la naturaleza del tumor y su agresividad).

Si se sospecha una posible causa genética debido al tipo de cáncer o a los antecedentes personales y/o familiares, se debe valorar la realización de un estudio genético mediante paneles de genes asociados a predisposición a cáncer. Para asegurar una adecuada interpretación de los resultados y una toma de decisiones informada, resulta fundamental que este proceso esté acompañado de una consulta de asesoramiento genético.

Criterios para estudio genético

Según las recomendaciones de las guías de la NCCN (National Comprehensive Cancer Network, v1.2025) y la SEOM (2019), se debe valorar el estudio genético en los siguientes escenarios:

  • Pacientes menores de 50 años con antecedentes personales de cáncer de mama.
  • Pacientes con resultados patológicos que indiquen cáncer de mama triple negativo, cáncer de mama primario múltiple (sincrónicos o metacrónicos), y cáncer de mama lobulillar con antecedentes personales o familiares de cáncer gástrico difuso.
  • Paciente varón con cáncer de mama. – Historia familiar con:
    • ≥1 familiar con cáncer de mama menores de 50 años.
    • ≥1 familiar de cáncer de ovario, páncreas, próstata metastásico o cáncer de mama en varón.
    • ≥3 familiares de primer grado de la misma rama familiar diagnosticados de cáncer de mama y/o próstata a cualquier edad.

Prevención y opciones reproductivas

Conocer la causa genética permite individualizar el tratamiento en los pacientes afectos, además de ofrecer la posibilidad de realizar el estudio en familiares en riesgo, lo que mejora tanto la prevención como el seguimiento en quienes aún no han desarrollado la enfermedad. Esto permite implementar medidas de vigilancia más estrictas y, en algunos casos, considerar opciones preventivas profilácticas, reduciendo así el riesgo de aparición de cáncer.

Además de optimizar el tratamiento, la identificación de la causa genética también ayuda en la toma de decisiones reproductivas. Mediante técnicas de reproducción asistida, como el diagnóstico genético preimplantacional de enfermedades monogénicas (PGT-M), es posible seleccionar embriones sin la variante patogénica identificada en la paciente o su pareja, lo que reduce el riesgo de transmisión genética a las futuras generaciones.

Conclusiones

El cáncer de mama hereditario, aunque menos común que los casos esporádicos, representa una porcentaje significativo de los casos de cáncer en mujeres y algunos hombres. Gracias a los avances en la tecnología y el conocimiento científico, especialmente con el uso de paneles multigénicos, es posible identificar a las personas en riesgo. Esto permite ofrecerles una atención personalizada, desde la vigilancia hasta el tratamiento y la prevención, mejorando así los resultados clínicos y la calidad de vida.

Bibliografía:

González-Santiago, S., Ramón y Cajal, T., Aguirre, E. et al. SEOM clinical guidelines in hereditary breast and ovarian cancer (2019). Clin Transl Oncol 22, 193–200 (2020).

https://doi.org/10.1007/s12094-019-02262-0

NCCN Guidelines Versión 1.2025 Breast, ovarian, and Pancreatic Cancer Genetic Assessment.

Autora: Marina Sánchez Soler
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