El test genético preimplantacional (PGT, por sus siglas en inglés) es una herramienta muy útil en el ámbito de la Reproducción Asistida, permitiendo a las parejas mejorar las probabilidades de concebir un bebé sano. En particular, el PGT de aneuploidías (PGT-A) se centra en identificar y seleccionar embriones que posean un número adecuado de cromosomas, minimizando así el riesgo de trastornos genéticos por aneuploidías y facilitando un embarazo exitoso en el menor número de transferencias posible.

Las aneuploidías son alteraciones genéticas que ocurren cuando un embrión presenta un número anormal de cromosomas, las estructuras en las que se organiza nuestro ADN. Este desequilibrio cromosómico de los embriones está más representado en parejas con algunas condiciones, como la edad avanzada en la mujer o la existencia de un factor masculino severo, y puede producir condiciones graves como el síndrome de Down (trisomía 21), síndrome de Edwards (trisomía 18) y síndrome de Patau (trisomía 13), entre otros.

El Rol del PGT en la Detección de Aneuploidías

El PGT-A es una técnica altamente especializada que se realiza durante un ciclo de fecundación in vitro (FIV). Después de la fertilización de los ovocitos con el esperma, a los embriones resultantes se les realiza una biopsia en la etapa de blastocisto, generalmente, en la que se extraen células del embrión y se analiza su material genético para determinar el número de cromosomas.

Este análisis preciso permite seleccionar los embriones euploides, es decir, aquellos que tienen el número correcto de cromosomas, mejorando significativamente las probabilidades de un embarazo exitoso y reduciendo las posibilidades de aborto espontáneo.

Indicaciones para el PGT-A

El PGT-A está indicado para parejas que se enfrentan a ciertas situaciones de riesgo, como:

1. Edad materna avanzada: A medida que la edad de la mujer avanza, aumenta la probabilidad de que los óvulos presenten anomalías cromosómicas, lo que incrementa la probabilidad de embriones aneuploides. En estas situaciones, el PGT-A se vuelve esencial para mujeres de edad avanzada que buscan concebir un bebé sano.

2. Factor masculino severo: Alteraciones graves de la calidad espermática del varón pueden contribuir a un aumento de la aneuploidía de los embriones obtenidos. Al igual que en el caso de edad materna avanzada, el PGT-A será indispensable para identificar los embriones euploides.    

3. Abortos de repetición: Si una pareja ha experimentado abortos espontáneos repetidos, una posible causa son los embriones aneuploides. La aplicación del PGT-A puede ayudar a identificar y seleccionar embriones euploides para la implantación.

4. Fracasos en tratamientos previos de FIV: Si la pareja ha tenido ciclos de FIV anteriores sin éxito, la presencia de aneuploidías podría ser un factor. El PGT puede mejorar las posibilidades de éxito en futuros intentos de FIV.

El PGT-A: un atajo hacía el embarazo

El PGT-A ofrece a las parejas la esperanza de concebir un bebé sano de una forma directa. Además, las tasas de embarazo y parto son significativamente más elevadas en los ciclos con PGT-A frente a los ciclos convencionales, según datos de la SEF (Sociedad Española de Fertilidad). La identificación mediante el PGT-A de los embriones con una dotación cromosómica adecuada, ayuda a las parejas reduciendo la carga emocional y financiera asociada a los abortos espontáneos. Este hecho es posible al minimizar el número de transferencias necesarias hasta dar con un embrión euploide gracias al PGT-A. 

En conclusión, el test genético preimplantacional de aneuploidías representa un avance significativo en la medicina reproductiva. Esta técnica ofrece a las parejas la posibilidad de identificar embriones cromosómicamente sanos, aumentando así las probabilidades de un embarazo exitoso y reduciendo la espera y fomentando una paternidad y maternidad conscientes.

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